Por la Verdad y la Unidad Democrática
Mi respuesta a Álvaro Campana
Ante las inexactitudes publicadas por Álvaro Campana Ocampo, militante de Nuevo Perú, respecto del rol de Ahora Nación en las negociaciones para una alianza electoral, debo aclarar lo siguiente:
La alianza plural fue un principio explícito, no un "pretexto". La postura de Ahora Nación, inicialmente compartida por los representantes de Nuevo Perú, PTE y Primero la Gente —plasmada en la propuesta de Carta de Intención para un Acuerdo Político entre dichos partidos políticos— establecía como objetivo central: “Construir una gran coalición política democrática, nacional, plural y popular", para lo cual había que convocar a "organizaciones políticas democráticas, progresistas y liberales" junto a movimientos sociales, bajo dos condiciones irrenunciables: el rechazo al autoritarismo y la defensa de las instituciones democráticas; y la priorización de la integridad pública sobre la ideología.
Este marco excluía expresamente a la casi totalidad de partidos que actualmente tienen representación en el Congreso: desde Fuerza Popular, por la derecha, hasta Perú Libre, por la izquierda; pasando por APP, Renovación Popular, Avanza País, Podemos, Acción Popular, entre otros, que conforman una poderosa coalición autoritaria y mafiosa que controla al Congreso y al Gobierno. Sin embargo, dejaba abierta la posibilidad de buscar la inclusión de otros partidos de centro e incluso liberales.

La incorporación de Salvemos al Perú a la alianza fue legítima y coherente. Contrario a lo afirmado, Salvemos al Perú es un partido de centro-progresista, no conservador. Asimismo, su inclusión no implicaba desplazar a Nuevo Perú ni a ninguno de los otros partidos de la alianza. Por el contrario, en reconocimiento a su trayectoria, Ahora Nación le propuso a Nuevo Perú un acuerdo interno preferencial que incluía la posibilidad de conformar juntos una propuesta de fórmula presidencial.
Es falso que Ahora Nación no haya querido elecciones internas. Ahora Nación nunca rechazó procesos democráticos internos, siempre que se realizaran sobre la base de los padrones de afiliados oficiales de cada partido. La deserción de Nuevo Perú se produjo tras la incorporación de Salvemos al Perú, usando este hecho como justificación para abandonar el diálogo, pese a que su dirigencia había avalado previamente los mecanismos de inclusión.
Unidad histórica vs. sectarismo. Durante el acto de inauguración del Consejo Nacional de Nuevo Perú, realizado el 15 de marzo de 2025, nuestro líder Alfonso López Chau, considerando el enemigo político que tocaba enfrentar (la poderosa coalición autoritaria y mafiosa que ha secuestrado el Estado), fundamentó la necesidad de conformar un gran frente patriótico, en función de un programa de unidad, donde cada partido debía arriar temporalmente sus banderas ideológicas.
López Chau, haciendo una analogía histórica, señaló que "Joseph Stalin, Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt fueron capaces de unirse para derrotar al fascismo de Hitler. El Perú de hoy reclama lo mismo: la más amplia unidad para derrotar a las elites malhechoras."

En el mismo evento —en que participó Alvaro Campana—, López Chau advirtió sobre dos prácticas lamentablemente muy comunes en los predios de la izquierda: el oportunismo y el sectarismo (o infantilismo); que podrían conspirar contra esa necesidad de construir un gran frente patriótico.
Recordemos que, según Lenin, la "enfermedad infantil del izquierdismo" es una desviación ideológica y táctica dentro del movimiento comunista caracterizada por posturas ultrarradicales, sectarias y dogmáticas que, bajo la apariencia de "pureza revolucionaria", obstaculizan la lucha práctica por el poder. Lenin la calificó de "infantil" por reflejar inexperiencia, inmadurez política y desconocimiento de las condiciones históricas concretas.
Lamentablemente, los hechos le han terminado dando la razón a López Chau.
Rechazamos las narrativas que distorsionan nuestro compromiso con la unidad democrática. Mientras otros optan por la radicalización y el sectarismo, Ahora Nación mantiene vigente su apuesta por una coalición plural para enfrentar al autoritarismo —sea de izquierda o derecha— y a la caquistocracia que hoy padecemos; así como para construir un nuevo pacto social que una y no divida a los peruanos.
La historia juzgará a quienes antepusieron dogmatismos a la patria.
